Hacía mucho que no actualizaba la sección “Rincón de lectura” así que voy a hacerlo con uno de los últimos títulos que ha caído en mis manos, “La mujer del viajero en el tiempo” de Audrey Niffenegger. En la novela, su autora hace un análisis muy metafórico de las relaciones sentimentales (de hecho afirma que el libro está basado en sus relaciones fallidas con los hombres) pero de una forma nunca antes vista.
La trama versa sobre un hombre que viaja en el tiempo debido a un desorden genético. No puede controlarlo pero siempre aparece en algún lugar que ha sido importante para él o en el que se encuentra alguien relevante en su vida. Así conoce a Clare, el amor de su vida y a través de sus viajes podrá verla en todas sus etapas de crecimiento, incluída su más tierna infancia. Las dificultades que atraviesa la pareja son increíbles, claro ya que la pobre Clare tiene que enfrentarse a la soledad y también a que el que reaparece en su vida no siempre es el Henry de su presente.
Uno de los puntos fuertes de “La mujer del viajero en el tiempo” es la forma en que está contada; en primera persona, pasando de Henry a Clare y especificando siempre la edad que tiene cada uno (algo que nos ahorra muchos quebraderos de cabeza). Respecto a las diferencias con la película (cuidado con los spoilers en este párrafo) la novela es algo más cruda pero tiene un final más poético y cerrado, es decir le amputa los pies al protagonista, víctima de la congelación, pero a cambio nos cuenta cómo Henry muere en brazos de Clare (por un disparo accidental) y también cómo Clare muere a los 82 años (por muerte natural) en brazos de Henry, que llega por sorpresa en su último viaje a través del continuo espacio-tiempo. En la película por otro lado, sabemos que Henry sigue visitando a su familia después de su muerte en el presente pero no sabemos cuantas veces más y deja una sensación más bien agridulce (lo que tampoco es malo).
Muy interesante la trama secundaria de Alba (la hija de la pareja), que ha heredado la genética de su padre pero es capaz de controlar los viajes y también tiene que cargar con la responsabilidad de saber cuando morirá su padre (se lo dice él mismo en uno de sus viajes).
Conclusión: Esta es una de tantas veces que he visto la película antes de leerme la novela, enamorado perdido de una historia tan original y tan bien contada, pero es una de las pocas que me ha gustado bastante más la primera que la segunda. La razón fundamental es que el primer trabajo de Niffenegger se me ha hecho muy muy pesado en algunas ocasiones. La acción suele detenerse demasiado a menudo para analizar cada mínima acción de sus protagonistas, por irrelevante que ésta sea en la trama. Además de otro tipo de escenas que no entiendo muy bien a qué venían (por ejemplo la de los dos Henry practicando sexo en su adolescencia :S). A pesar de esto la novela no está mal. No es de esas que te cambia la vida pero es muy curiosa y sólo por la forma en que está contada merece la pena echarle un ojo.